El Día de Acción Global por el Aborto Legal y Seguro, sacó a cientos de mujeres nuevamente a las calles de la Ciudad de México a pedir que se legalice la interrupción del embarazo. En siete movilizaciones distintas llegaron al zócalo capitalino tras la marcha feminista donde algunos grupos se enfrentaron nuevamente con elementos policiacos.
Primero diversas colectivas caminaron hacia el Ángel de la Independencia, a su paso causaron destrozos en mobiliario urbano y realizaron pintas. En el monumento protagonizaron conatos de enfrentamiento y se movieron al centro de la ciudad.
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Agentes policiacos lograron impedir el paso
Por su parte, la coordinación de la Marcha 8M, traía una consigna muy clara, la legalización del aborto ante el número de mujeres sentenciadas por este delito en el país, de acuerdo a Martha Barragán, integrante de esta organización.
Una vez que los distintos contingentes llegaron al zócalo, el bloque negro avanzó hacia la Puerta Mariana de Palacio Nacional donde ya las esperaba una valla de agentes policiacos que lograron impedir el paso de las feministas hasta el recinto.
Policías dispersaban a las manifestantes con cuetes
Ahí, con palos y martillos de un lado y con bombas de humo, gas lacrimógeno y escudos, se enfrentaron en diversas ocasiones. Los policías dispersaban a las manifestantes con cuetes.
Al final, luego de poco más de dos horas las manifestantes accedieron a retirarse si se les permitía "ir contra los polis" por cinco minutos, a lo que accedieron Marabunta y representantes del gobierno de la Ciudad de México. Al final y ante esta petición, solo intentaron patear los escudos.
De acuerdo a Miguel Barrera, director de la Brigada Marabunta, en esta marcha feminista no hubo detenidas ni lesionadas de gravedad, sin embargo lamentó el uso de gas lacrimógeno y el abuso de la fuerza pública.
Finalmente, las feministas se retiraron escoltadas hacia el metro una vez finalizada la marcha feminista, mientras que la Ateneas de la Policía capitalina, entre aplausos de sus compañeros y arrastrando los pies de cansancio, se fueron a sus cuarteles.