La techumbre que cubre la zona arqueológica del Templo Mayor colapsó por una granizada y aún se desconoce los daños que podría haber causado en el área que protege al vestigio de la Serpiente Emplumada.
La precipitación pluvial también ocasionó la caída de la estructura tubular que delimita el perímetro del santuario Azteca, ubicado en el Centro Histórico.
El Cuerpo de Bomberos de CDMX no tuvo acceso al Templo Mayor, por ser un espacio de resguardo federal.
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De acuerdo con reportes de unidades de protección civil, la caída de ambas estructuras no causó lesionados.
Sin embargo, será en próximas horas cuando especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia evalúen los daños que causó el desplome.
Las unidades de emergencia también reportaron que a unos metros, el hielo cubrió en su totalidad la plancha del Zócalo capitalino y el circuito vehicular de la Plaza de la Constitución.
Los campanarios de la Catedral Metropolitana también recibieron la caída de granizo, pero sólo quedó cubierto el atrio del templo católico.