Una vez más, mujeres de todas las edades, 2 mil 500 según la cifra oficial, marcharon por la Ciudad de México para mostrar su dolor, para exigir a las autoridades que se les garantice vivir sin violencia y que se implementen políticas efectivas que terminen con los feminicidios.
Habían convocado en diferentes horas, desde diferentes puntos para llegar al zócalo, sin embargo marcharon en una sola columna desde el Ángel de la Independencia hasta el corazón del país, la plaza de la Constitución.
Información relacionada: Marcha feminista por el Día Contra la Violencia de Género
En el camino, frente a la glorieta de las mujeres que luchan, Aracely Osorio, madre de Lesvy Berlín, víctima de feminicidio, recriminó al gobierno que ilumine de naranja edificios y monumentos, mientras que por dentro están manchados de sangre porque las instituciones protegen a los perpetradores de los feminicidios y los violentadores nunca llegan ante la justicia.
Entonando cómo himno la Canción sin Miedo, las mujeres caminaron hasta llegar al zócalo, entre consignas gritadas desde lo más profundo del dolor de Irinea Buendía, mamá de Mariana Lima, cuyo feminicidio sentó incluso precedente a nivel nacional.
Mientras tanto, con la notable ausencia de la Brigada Marabunta, mediadores siempre entre la integrantes del Bloque Negro y las Ateneas, se registraron conatos de enfrentamiento que no llegaron a mayores.
Afuera de Palacio Nacional apenas algunos polvos de colores salieron de los extintores, tronaron algunos cuetes y después el Bloque Negro correteó Periodistas que documentaban los hechos, mientras que en un templete las familias de víctimas y activistas fijaban su posicionamiento frente a las violencias. La marcha concluyó poco antes de las 20:00 horas.