ras haber sido declarada oficialmente la fase 2 de la epidemia de Covid-19 en el país, los gobiernos federal y de la Ciudad de México buscan con las medidas de mitigación, entre ellas el distanciamiento social, evitar el contagio acelerado de esta enfermedad y aplanar la curva de crecimiento de la epidemia.
Sin embargo, no existe suficiente información sobre si esta acción tenga una posibilidad elevada para controlar la aparición de casos nuevos y diseminarlos a lo largo del tiempo, advirtió Malaquías López Cervantes, miembro de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus.
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"Existe la propuesta de aplanar este pico y se supone que para aplanar el pico lo que tenemos a nuestro alcance es la posibilidad del aislamiento social, pero no existe mucha información que nos diga si se disminuye la movilidad en un 50 por ciento o en un 60, esto va a tener suficiente o una posibilidad suficientemente alta de controlar la aparición de casos nuevos y diseminarlos a través del tiempo", refirió.
El docente universitario estimó que serían muy altas las repercusiones sociales, políticos y económicas el prolongar más el periodo de aislamiento para extinguir cualquier posibilidad de contagio.
Dijo que con ello vendrá la fase 3, en la que se darán contagios entre gran cantidad de personas, y en la medida en la que este virus se deje suelto sin ninguna restricción. Una opción en esta etapa, agregó, es lo que se conoce como inmunidad de grupo, donde se deja que se contagien los jóvenes y se protegen a los grupos de personas más vulnerables.
"Una forma de pasar esta etapa es dejar que se contagien los jóvenes, asumiendo que no desarrollarán una enfermedad severa, y que al aumentar la inmunidad del grupo de personas menores de 50 años también se va a cortar la cadena”, indicó.
En este sentido el académico de la Facultad de Medicina comentó que surge la duda de con qué recursos cuenta México para atender a personas bajo estas condiciones; se tiene un escenario complejo, porque habrá dificultades de atención médica al presentarse varios casos urgentes en un breve tiempo (pico de la epidemia).
El universitario consideró que es necesario abrir más la información para saber dónde se están detectando los casos de contagio comunitario. Y se requieren también alertas a la población para que conozca dónde suceden cada uno de los fenómenos más importantes de la epidemia para mejorar la forma de responder ante esta amenaza, concluyó.