La diversidad cultural de la Ciudad de México es reconocida mundialmente debido a las múltiples opciones de recreación con las que turistas y habitantes cuentan, pues además de ser la entidad con más museos en el mundo, también tiene cantinas históricas, las cuales han operado en la capital del país desde hace cientos de años.
Es por esto que visitarlas por lo menos una vez en la vida es requisito, pues además de su arquitectura y decorados peculiares, el menú de platillos y bebidas ofrecidas en estos establecimientos también son destacables.
Cantina Los Portales de Tlaquepaque
Este es el primer establecimiento en esta lista, ubicada en el Centro Histórico de la capital, este lugar fundado en 1960 cuenta con música en vivo durante los fines de semana y su ambiente alegre es atractivo para personas de cualquier edad. Se ubica en el número 56 de la calle Simón Bolívar, lugar en el cual se ha conservado por más de siete décadas.
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La Número 1
De la misma forma, esta cantina cuenta con un ambiente cómodo para quienes busquen un rato de diversión, pues también cuenta con restaurante, por lo que se puede acudir con familiares y amigos.
Esta cantina histórica se ubica en la avenida Cuauhtémoc número 150 de la colonia Doctores, cuenta con wifi, estacionamiento y área de juegos para niños.
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Bar El Sella
Por su parte, este establecimiento también ofrece una amplia variedad de platillos típicos mexicanos, pues en su establecimiento ubicado en el número 210 de la calle Dr. Balmis en la colonia Doctores, se pueden encontrar variedades de cortes, sopas, caldos y bebidas preparadas.
El Bar Gante
Esta es una de las cantinas con mayor tradición en la zona del Centro Histórico, además de que es preferida por su terraza y sus platillos destacados, como las flautas y el pozole. Se encuentra en la calle Fray Pedro de Gante número 8 y cuenta con servicio en interior, así como en exterior.
La Peninsular
La cantina más antigua en esta lista es esta, pues abrió sus puertas en 1872 y aun sigue operando en el número 26 de la calle Alhóndiga, donde se ofrece una variedad de bebidas que pueden ser acompañadas por alimentos preparados en el mismo lugar.
Estas son las cantinas antiguas que se tienen que visitar por lo menos una vez en la vida, pues se encuentran en la lista de muchos turistas, así como de locales.