PODER JUDICIAL

En cuatro años el PJCDMX ha efectuado más de 11 mil dictámenes psicológicos

Los estudios son de suma utilidad para emitir resoluciones judiciales en las ramas familiar, civil y penal.

Rafael Guerra Álvarez, presidente del Poder Judicial
Rafael Guerra Álvarez, presidente del Poder JudicialCréditos: Cuartoscuro
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En el periodo de 2019 al cierre de 2022, psicólogos del Poder Judicial de Ciudad de México, a cargo del magistrado presidente Rafael Guerra Álvarez, realizaron 11 mil 391 estudios por orden de juezas y jueces, de las materias familiar, civil, e incluso penal, a fin de contar con elementos sólidos para emitir una resolución.

Con apoyo y reconocimiento del presidente del Poder Judicial, 22 psicólogos llevan a cabo los estudios en personas que son parte en un proceso legal familiar o civil, o sus hijos, y se realizan única y exclusivamente en acatamiento de instrucción recibida por el impartidor de justicia que conoce del caso.

El Tribunal Superior de Justicia de la CDMX informó que para magistrados y jueces familiares y civiles, contar con un estudio de esa persona o personas inmiscuidas en un  proceso que determine su estado psicológico, cobra especial relevancia.

Y es que el dictamen, aporta un elemento de certidumbre al momento de que los impartidores de justicia emiten sus resoluciones sobre el caso.

Por ejemplo, en lo relativo a la materia familiar, un juez  puede ordenar la evaluación de todos los integrantes de una familia, en casos de violencia.

En ésta, se busca esclarecer los rasgos de personalidad de cada miembro, entendidos como las características psicológicas de cada uno, que se manifiestan en pensamientos o conductas, tales como la violencia, precisamente.

Por lo que hace a la materia penal, las evaluaciones psicológicas tienen como objetivo determinar si un procesado ha sido objeto de tortura, mediante la aplicación del Protocolo de Estambul, que es el instrumento para la investigación y documentación de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

Al igual que en las materias familiar o civil, en la penal el estudio tiene que ser ordenado por los jueces o magistrados, detalló el PJCDMX.

En esta evaluación, los especialistas determinan el grado de coherencia entre el relato hecho por la persona que aduce haber sufrido tortura, así como otros indicios de carácter psicológico que se puedan observar y detectar al momento de la práctica.

Los profesionales de la psicología adscritos a la Coordinación de Intervención Especializada para Apoyo Judicial llevan a cabo su función en un marco de total imparcialidad.

En 2019 se practicaron 4 mil 311 estudios psicológicos por orden de magistrados y jueces familiares, civiles y penales; en 2020, 2 mil 508; en 2021, mil 757, y en 2022, 2 mil 815.