A unos días de que se cumplan 8 años del derrame de 40 millones de litros de desechos tóxicos y metales pesados desde la mina Buenavista del Cobre sobre los ríos Sonora y Bacanuchi, los efectos persisten y en los habitantes se sigue detectando la presencia de metales pesados en su cuerpo.
La Secretaría de Medio Ambiente dio a conocer que el martes pasado se llevó a cabo una reunión con representantes de los Comités de Cuencas Río Sonora.
Explicó que durante el encuentro se informó a la titular de la dependencia María Luisa Albores de esta situación y de la necesidad de construir plantas potabilizadoras en todas las comunidades de la región afectada, además de que se otorgue atención médica a los pobladores.
Te podría interesar
Asimismo, solicitaron la gestión de un sistema de monitoreo permanente que permita remediar plenamente la tierra agrícola y que Grupo México asuma sus responsabilidades por los daños económicos, sociales y ambientales causados a la población y a su salud.
Tras conocer este reporte, la titular de la dependencia se comprometió a trabajar en un plan de remediación ambiental para la región.
Te podría interesar
Por su parte, el titular de Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Ruy López anunció que se pondrá en marcha un mecanismo permanente de monitoreo de salud.
Además, se instalará una unidad de vigilancia de atención especializada y se dotará a las escuelas públicas aledañas al Río Sonora de agua potable de calidad y libre de metales.
Asimismo, se realizarán estudios junto con la Cofepris para emitir una declaratoria de emergencia en la zona.