El grupo de trabajo en seguimiento a la desaparición de Escuelas de Tiempo Completo de la Cámara de Diputados, recibió a representantes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), quienes plantearon resultados de la revisión a dicho plan.
Especialistas del organismo señalaron que al ser revisado, mostró buenos resultados en la reducción del rezago educativo y abandono escolar, en especial en nivel secundaria.
También presentó algunas deficiencias en la definición de sus objetivos y la población a la que iba dirigido, en particular durante el año 2016.
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Escuelas de Tiempo Completo y La Escuela es Nuestra, ¿juntos o separados?
Consultados sobre la viabilidad de la decisión del Gobierno Federal, de sumar dos programas y atender las vertientes de horario ampliado y alimentación en la escuela, a través del programa dirigido a infraestructura, La Escuela es Nuestra, los representantes del Consejo precisaron.
La interrogante fue planteada por la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Olga Luz Espinosa.
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Alice Zahí Martínez, Directora Ejecutiva de Análisis de Gasto Federalizado, señaló que para medir los resultados de un programa público, no se necesita que opere por separado o a través de otro.
Ello, aclaró, solo en lo referente a la medición de sus resultados y cumplimiento de objetivos.
“No importan que sean agregadas las intervenciones, sino que su diseño sea claro, ¿no?, desde indicadores, reglas de operación, todos los elementos que conforman sus diagnósticos, que sean pertinentes, claros, que deriven del problema público que se pretende atender, la cuantificación de sus poblaciones”, apuntó.
Justificado integrar componentes a La Escuela es Nuestra
En ese marco, la presidenta de la Comisión de Educación del recinto, Flora Tania Cruz, insistió en defender la decisión del Gobierno Federal, de trasladar los componentes de horario ampliado y alimentación al programa de infraestructura La Escuela es Nuestra.
Era necesario, porque las Escuelas de Tiempo Completo no estaban cumpliendo objetivos, resumió la integrante de la bancada de Morena.
“Porque era necesario transitar y hacer una evaluación (…) encontraron deficiencias en la población objetivo, ese es un dato que mencionó el CONEVAL aquí, con la calidad mayor deficiente en el 2016. Pues nos damos cuenta de que este programa de Escuelas de Tiempo Completo, a pesar de haber sido muy noble, con una proyección muy importante y muy necesaria, simplemente no estaba cumpliendo al 100 por ciento”, atajó la diputada Cruz Santos.
Resultados Escuelas de Tiempo Completo
Alberto Castro Jaimes, director ejecutivo de Análisis para la Secretaría Ejecutiva del CONEVAL; Zahí Martínez Treviño, directora de Análisis de Gasto Federalizado; Janet Zamudio Chávez, directora de Análisis de Evidencia y Fernando García Mora, director de Monitoreo de Programas Sociales, se encargaron de presentar los resultados del análisis al funcionamiento de las Escuelas de Tiempo Completo.
Refrendaron que en la revisión hasta 2020, año en que el programa dejó de aplicar, ya que para 2021 ya no se le asignó presupuesto, el programa cuya extinción fue decretada por el Ejecutivo incidió positivamente en el bienestar económico de las familias.
Reducción rezago educativo
Abonó a disminuir el rezago educativo, en índices menores al 1 por ciento en primaria, pero con mayor notoriedad en el nivel secundaria.
Contribuyó a mejorar la alimentación de los alumnos; aunado a que fortaleció el ejercicio del derecho a la educación de niños y adolescentes, y a la no discriminación.
Señalaron que si bien, no tuvo un efecto directo en los puntajes de los alumnos en pruebas de aprovechamiento en matemáticas y español, sí acortó las brechas entre los alumnos con mejores calificaciones y los menos avanzados.
De modo que los niños y adolescentes con mayor rezago educativo, sí se beneficiaron.
Detallaron que ese problema se redujo 0.5 por ciento en niños de primaria y 0.78 en alumnos de secundaria, en el caso quienes tenían dos o tres años de edad más, con respecto al grado que cursaban.
Los efectos positivos fueron más notorios en las escuelas con mayor nivel de marginación.
De modo que el programa tuvo efectos más relevantes para estudiantes en contexto económico vulnerable y con menor grado de aprovechamiento escolar.
En 2017, el programa reportó resultados esperados en cuanto al mejor aprovechamiento del tiempo en el plantel, para el desarrollo académico.
Sin embargo, los indicadores en materia de la población beneficiaria, fueron ineficientes, por lo que los resultados en esa materia, no fueron los que se tenían previstos.
Subrayaron que contar con jornadas ampliadas en los planteles escolares, independientemente del nombre del programa que las contemplen, puede ayudar a revertir el rezago en el aprendizaje.
Alimentación en la escuela
Acceder a alimentación en las escuelas, también es un factor que favorece el combate al rezago en el aprendizaje y puede reducir brechas preexistentes en materia de acceso a la alimentación, recalcaron.
Asimismo, puede minimizar y reducir problemáticas como el trabajo infantil, al mantener a los niños y adolescentes más tiempo en las escuelas; aunado a que facilita que los padres o tutores puedan llevar a cabo actividades económicas para obtener el sustento familiar.
Deficiencias Escuelas de Tiempo Completo
Como fallas del programa, CONEVAL identificó en sus distintas mediciones, que no tenía un criterio claro a mediano y largo plazo, para su eventual ampliación.
A lo largo del periodo de aplicación, no modificó la meta inicial de llegar a 40 mil escuelas en todo el país.
En cuanto a la calidad del diseño del programa, los resultados no fueron tan efectivos; para 2019 perdió claridad en el planteamiento sobre la población objetivo; y para 2020, la autoridad federal determinó suprimirlo.
El último presupuesto que se le asignó, ese mismo año, recordaron los integrantes de CONEVAL, fue de más de 3 mil 400 millones de pesos, mientras que La Escuela es Nuestra contó con más de 5 mil 300 millones.
Para el año 2021, ese programa de reciente creación absorbió los recursos de las Escuelas de Tiempo Completo, hasta llegar en 2022, a una asignación de más de 9 mil 200 millones de pesos, reportaron, como ejemplo de su proceso de declive.