El Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) validó la resolución de enero de 2019 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), mediante la cual le impuso a Simón Pedro de León Mojarro, ex coordinador de delegaciones de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), el pago de una responsabilidad resarcitoria por 22 millones 462 mil pesos por las irregularidades detectadas como parte de la Estafa Maestra.
Por unanimidad, la Sala Superior del órgano jurisdiccional aprobó el proyecto de la magistrada Nora Urby Genel, quien consideró inoperantes e infundados los argumentos de León Mojarro, a través de los cuales señaló que no incurrió en conductas irregulares.
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El 6 de mayo de 2013, la Sedesol y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) suscribieron un convenio de colaboración para implementar programas relacionados con la Cruzada Nacional contra el Hambre, a través de un sistema informático.
Urby Genel recordó que el 8 de noviembre de 2013, en su carácter de titular de la Unidad de Coordinación de Delegaciones, Pedro de León determinó que la información entregada por la casa de estudios cumplió al 100 por ciento con los servicios solicitados por la Sedesol, a pesar de que la revisión hecha por la ASF determinó que éstos no cumplían con las especificaciones contratadas.
"La responsabilidad resarcitoria surge, ya que mediante el oficio dirigido a la directora encargada del seguimiento y supervisión de los servicios, el actor informó que revisó los entregables remitidos por la universidad y determinó que se cumplieron al 100 por ciento los servicios; no obstante, que cuatro días antes a la emisión del oficio, la aludida universidad subcontrato al 100 por ciento con una empresa tercera, aunado a que de la auditoría que se practicó se conoció que el sistema era inoperante y que sólo contenía registros de uno de 70 programas sociales, de ahí que se propaganda declarar infundados los argumentos en comento".
Asimismo, Nora Urby refirió que la Sedesol no logró desvirtuar las irregularidades que se le atribuyeron, ya que se limitó a negar conductas diversas a aquella por la que se le fincó la responsabilidad resarcitoria.