Auditor de Cumplimiento Financiero de la ASF presenta renuncia

Gerardo Lozano advierte sobre desaparición de áreas fundamentales como el Consejo de Dirección y de Auditoría Interna.

El auditor Lozano indicó que habló del tema con David Colmenares. Foto: Ilustrativa
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El Auditor Especial de Cumplimiento Financiero de la Auditoría de la Federación (ASF), Gerardo Lozano, presentó su renuncia irrevocable al cargo, para que cumpla efecto a partir de este martes 16 de noviembre de 2021.

Lo anterior, por estar en desacuerdo con el nuevo Reglamento Interior del organismo autónomo, mismo del cual tuvo conocimiento hasta el día en que se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el pasado 25 de agosto.

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Lozano Dubernard envió al auditor superior, David Colmenares, el documento donde confirma su decisión de separarse del puesto, el pasado 11 de noviembre.

Denuncias pendientes

En su escrito de despedida, indicó que desde su encargo, participó en la presentación de 138 denuncias de la Auditoría Especial de Cumplimiento Financiero, y tres dictámenes técnicos para denuncia de hechos que se quedaron pendientes en la Unidad de Asuntos Jurídicos y que debieron llegar a la Fiscalía Anticorrupción.

También tomó parte en la elaboración de 66 dictámenes técnicos enviados a la Auditoría Especial de Seguimiento "todos por un monto superior a 21 mil millones de pesos".

ASF elimina áreas y facultades de denunciar

Días antes, el pasado 3 de noviembre, envió un oficio al presidente de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, el diputado federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Pablo Angulo Briseño, expresando sus inconformidades con los cambios al Reglamento Interior de la Auditoría.

Detalló que por la falta de presentación oportuna de dictámenes técnicos, aunque hay más de 60 que ya están terminados e implican un monto de mil millones de pesos, e incluso 10 de ellos ya tienen revisión de la Unidad de Asuntos Jurídicos, se tendrá que esperar a que la Auditoría Especial de Seguimiento termine de revisar la información en cuestión.

Muchos de los asuntos referidos le fueron entregados a Seguimiento desde julio de 2020 y hasta el momento no se han podido presentar denuncias.

Riesgo de arbitrariedad y opacidad

Sentenció que dejar en manos de la Auditoría de Seguimiento la decisión sobre lo que sí se denuncia y lo que no se denuncia, "sin ningún contrapeso institucional", como el trabajo que realizaban las Unidades Auditoras, "tendrá como resultado concentrar la toma de decisiones en el titular de la Auditoría Especial de Seguimiento".

"Lo que me parece un gravísimo error que puede abrir un espacio de opacidad y arbitrariedad que debilita a la única institución en México que puede dar un combate frontal a la corrupción e impunidad", enfatizó.

Eliminan contrapesos

Explicó que las nuevas reglas eliminaron dos áreas fundamentales en la institución: el Consejo de Dirección y la Auditoría Interna, ambas de importancia en los procesos de control y toma de decisiones institucionales, refirió.

Las disposiciones firmadas por el auditor Colmenares Páramo, agregó el audito Lozano, eliminan la facultad de las auditoras, de elaborar dictámenes técnicos para presentar denuncias de hechos, por irregularidades en el ejercicio de los recursos públicos.

Concentración de facultades

Dichas facultades fueron entregadas en exclusiva a la Auditoría Especial de Seguimiento, Informes e Investigación.

Esa decisión generará, abundó, que las áreas auditoras no puedan realizar los dictámenes técnicos para presentar denuncias de hechos. Las áreas auditoras también quedarán limitadas en el cumplimiento del "debe de denunciar", establecido en el Código Nacional de Procedimientos Penales.

Refirió que el nuevo Reglamento concentra la decisión de lo que se solventa y lo que se debe denunciar, en la Auditoría Especial de Seguimiento.

Recordó que al ser creada, se estableció que la ASF contaría con una estructura orgánica y distribución de facultades acorde a su autonomía técnica, y no podrían realizarse modificaciones trascendentales, sino a través de una revisión profunda de la institución, una reforma y una consulta abierta y transparente a la Comisión de Vigilancia.

Cualquier cambio, abundó, debería tener como fin el fortalecimiento de la institución, no el debilitamiento de las tareas de fiscalización superior.

Reformas debieron ser consultadas

Apuntó que las modificaciones al Reglamento Interior de la ASF, debieron haber sido objeto de consulta ante el Consejo de Dirección, instancia colegiada de consulta, análisis y acuerdo de las estrategias institucionales de la ASF, y que fue eliminado en las nuevas disposiciones.

El Consejo era integrado por el titular de la ASF, los Auditores Especiales, titulares de Unidad, el titular de la Unidad Técnica y el Auditor Interno, última área que generaba contrapesos institucionales y también se elimina.

Lozano Dubernard manifestó que dar facultad exclusiva a la Auditoría Especial de Seguimiento, altera los procesos de investigación sobre posible uso ilícito de recursos públicos, porque las Unidades Auditoras, que fiscalizan, identifican, analizan, investigan, comprenden y documentan los hechos irregulares, obtienen evidencia y se convierten en los conocedores directos de las posibles anomalías.

Esto, apuntó, debilita el proceso jurisdiccional para que los auditores den testimonio directo en función de su especialidad técnica, en procesos de carácter penal.

Con las nuevas reglas, se verían obligados a explicar y sostente dictámenes técnicos que no fueron elaborados por ellos mismos.

Concentra funciones en la Auditoría Especial de Seguimiento, así como la capacidad de determinar qué anomalías se aclararon, y cuáles deben ser denunciadas.

Con ello, las Auditorías Especiales que generaron acciones que podrían derivar en sanciones, a través de la presentación de denuncias penales, quedarán limitadas a sólo realizar auditorías y elaborar informes de resultados, sin facultades de denunciar.

Las Auditorías Especiales tampoco podrán valorar la procedencia de denuncias presentadas por ciudadanos. Esa tarea quedará sólo en manos de la Unidad de Asuntos Jurídicos y de la Unida de Normatividad y Enlace Legislativo.

Más inconformidades

El auditor Lozano añadió que un elemento más con el que no está de acuerdo, en que la Auditoría Especial de Seguimiento no reciba los proyectos de dictámenes técnicos donde se haya resuelto que las acciones de auditoría, quedaron solventadas por los entes fiscalizados.

Expuso el caso particular de dos casos de dictámenes técnicos para denuncia de hechos cuyas acciones fueron solventadas por la Auditoría de Seguimiento, en los que él y el titular de la Dirección General de la Auditoría Especial de Cumplimiento Financiero no estuvieron de acuerdo.

Al quitarles las facultades de denunciar, pese a que tienen conocimiento de hechos presuntamente delictivos, advirtió, él y el titular de la Dirección General de la Auditoría Especial de Cumplimiento quedarán en indefensión.

La Unidad Auditora, abundó, ya no podrá elaborar dictámenes técnicos relativos a denuncias de hechos cuando se identifiquen irregularidades en el uso del erario, en daño o perjuicio de la hacienda pública.

Tendrá que esperar a que la Auditoría Especial de Seguimiento diga si es procedente o no elaborar un dictamen técnico.

Informó al auditor David Colmenares

El auditor Lozano indicó que habló del tema con el auditor David Colmenares, en los meses de agosto, septiembre y octubre, pero nunca tuvo respuesta favorable.

Por lo cual decidió plantear sus inconformidades a la Comisión de Vigilancia, para que revise las reformas al Reglamento Interior, emita una opinión, y si lo considera necesario, lo citen a reunión de trabajo para que exponga más ampliamente sus razones.