La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), recibió con "dolor y consternación" la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre dos artículos de la Constitución de Coahuila que declara inconstitucional el delito del aborto y evitar sancionar a personal sanitario que intervenga en un aborto voluntario.
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A través de un comunicado firmado por el presidente Rogelio Cabrera y el vicepresidente Alfonso Miranda Guardiola, recordaron que esta decisión también invalida sanciones contra el personal sanitario que asista a un aborto voluntario dentro de las primeras semanas de gestación.
Abundaron que este es un tema complejo con aristas antropológicas, científicas, filosóficas y éticas que no es posible reducir a una resolución en un asunto judicial; también aseguraron que la iglesia está consciente de que la cárcel no es una solución a la problemática de la mujer que aborta porque puede ocasionar su revictimización.
Los obispos señalaron que la decisión de la Corte no es congruente al privilegiar el derecho a decidir de las mujeres y se aplique una visión restrictiva del derecho humano a la vida, expresamente reconocido en Tratados Internacionales, así como del estatuto biológico, antropológico y jurídico del concebido no nacido y la protección que merece.
Finalmente argumentan que es necesaria una amplia discusión de estos temas que atentan contra los derechos de los no nacidos pero que representan vidas humanas que se perderán ante la falta de opciones para su protección.
Además, anunciaron que promoverán discursos atendiendo todos los criterios para su análisis.