En México, desde 1990 y hasta 2019, los datos oficiales han registrado 56 mil defunciones femeninas con presunción de violencia, 259 mil muertes accidentales y 23 mil suicidios. El año mas violento para las mujeres fue en 2007, coincidente con la crisis de violencia en el país, reveló Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres.
Durante la presentación del estudio: Violencia Feminicida en México, aproximaciones y tendencias, realizado en coordinación con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), abundó que de acuerdo a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), para 2019, la vía pública fue más peligrosa para las mujeres, al ser el lugar donde mayormente pierden la vida en un conteo del 52% de los casos, mientras que en la vivienda fue del 30%.
Una de cada cinco de estas muertes fueron en áreas deportivas, granjas, centros comerciales, escuelas y centros de trabajo y el rango promedio de edad de las víctimas es de entre 20 y 24 años.
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Este estudio también arrojó un incremento en el uso de armas de fuego contra las mujeres, ya que en 2019 el 57% de las defunciones femeninas fue cometida con estas, 29% más fueron estranguladas, ahorcadas, quemadas, asfixiadas, golpeadas o atacadas con armas punzo cortantes. En primer semestre del 2020 el 73% de los homicidios dolosos contra mujeres fueron cometidos con arma de fuego y en caso de feminicidios 1 de cada 100.
Otro de los indicadores muestra que entre el 2012 y 2018, que son los datos más recientes, se denunció ante las autoridades un promedio anual de 15 mil delitos de violación y para el primer semestre del 2020 se levantaron 7 mil 887 carpetas. La violencia sexual casi siempre precede al homicidio e incluso puede cometerse después de la muerte.
De acuerdo a la titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Fabiola Alanís, el principal problema al que se enfrentan las autoridades en este tema, es que el 96% de los delitos contra niñas y mujeres quedan impunes en el país y para la feminista Marcela Lagarde, la impunidad es precisamente, parte del feminicidio.