El nuevo gobierno enfrenta como principales desafíos el combate a la delincuencia organizada y la pérdida de la credibilidad de las instituciones, principalmente las encargadas de la seguridad y la justicia, aseguró la Arquidiócesis de México.
A través de la editorial de su órgano informativo “Desde la Fe”, asegura que los asesinatos y las desapariciones; las violaciones sistemáticas a los derechos humanos; el crimen organizado, que pervierte todas las estructuras; la corrupción y la impunidad de la clase política; la pobreza y la migración; la degradación de los valores morales, son el reto principal.
Para combatirlos señala que es necesario crear una sinergia entre el gobierno, iniciativa privada y sociedad civil, que abonen a la reconstrucción del tejido social.
“Preocupa, en especial, la falta de confianza de la sociedad en las instituciones públicas, principalmente en aquéllas que tienen la responsabilidad de velar por la justicia y la seguridad. El gobierno, en todos los niveles, enfrenta en este sentido quizá el mayor de los desafíos, pues los mexicanos han demostrado no estar dispuestos a seguir cediendo sus espacios públicos a la delincuencia organizada, con el riesgo que esto conlleva para las estructuras gubernamentales y para la sociedad misma”, refiere en el documento.
La Iglesia, por su parte, considerando que México es un país mayoritariamente católico, tiene una gran responsabilidad en el devenir nacional, y si realmente desea colaborar como institución en la reconstrucción del tejido social, debe comenzar por su propia casa, mediante la autocrítica y el ataque frontal a todo lo que no va de acuerdo con su misión.
La Arquidiócesis señala que con la alternancia en el poder, se vive en México un clima de esperanza, que, sin embargo, podría irse a pique si no se trabaja de manera coordinada con la sociedad para combatir estos problemas.
“Por esta razón, urge generar una mentalidad de rechazo a todo aquello que dañe a la sociedad, a fin de irnos concibiendo como una sola familia, deseosa de erigir nuestra casa sobre los principios sólidos de reconciliación, respeto y unidad”, precisa la iglesia en México.