A partir de los resultados de este 1º de julio en México, Reporteros sin Fronteras (RSF) pide al próximo jefe de Estado que “en verdad se haga cargo de la protección de los periodistas”, pues el gobierno saliente “dejará un desastroso balance en materia de libertad de prensa”.
La agrupación mundial defensora de la libertad de expresión, apunta que del 2012-2018, se registraron 39 asesinatos de periodistas y más de mil agresiones a reporteros , un récord en la historia de México. “La situación de la libertad de prensa no ha dejado de deteriorarse”, agrega RSF.
En lo que va 2018 cinco periodistas han sido asesinados; en 2017, 11 informadores perdieron la vida. Así, México es, por segundo año consecutivo el segundo país más mortífero del mundo para prensa, justo después de Siria (donde 12 reporteros murieron en 2017) y Afganistán (11 asesinatos en 2018), países que oficialmente se encuentran en guerra.
Asimismo, RSF resalta que en los tres meses de campaña “poco se habló de los derechos humanos, en particular, de la libertad de prensa e información”.
México ocupa el lugar 147, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, enfatiza RSF.
Las plataformas de los presidenciables “no contemplan ninguna medida concreta para producir un cambio duradero”, pese a que Reporteros Sin Fronteras y Artículo 19, las dos agrupaciones mundiales defensoras de la libertad de expresión y el ejercicio periodístico, sostuvieron reuniones con los aspirantes o con sus equipos de trabajo.
A todos se les planteo la creación de nuevos protocolos de investigación para resolver los crímenes cometidos contra periodistas; el fortalecimiento del mecanismo de protección, atender a las víctimas; un seguimiento regular y más eficaz de las medidas de protección otorgadas.
“RSF lamenta la falta de voluntad política de los candidatos a la presidencia en México, quienes a pesar de que manifestaron buenas intenciones, no hicieron ningún compromiso concreto para luchar de manera eficaz contra la espiral de violencia e impunidad que reinan en los crímenes contra la prensa”, expresó Emmanuel Colombié, director del Despacho América Latina de RSF.
“Sin embargo, los candidatos saben que es urgente crear una política de protección de periodistas y prevención de riesgos integral y eficaz, como lo recomienda RSF. El futuro presidente de México tendrá esta gran responsabilidad y deberá hacer de este tema un eje principal de su política para poder revertir esta tendencia mortífera”, añadió.
Más allá de los periodos electorales, las agresiones a periodistas se han vuelto cotidianas en México. Cubrir a escala local temas relacionados con el crimen organizado y la corrupción es cada vez más peligroso en el país, agregó Colombié.
El gobierno que resulte electo tiene el reto de acabar con la violencia y la impunidad en contra de los periodistas, subrayó.
En primer lugar, México debe reforzar el mecanismo federal de protección de periodistas, que no cuenta con suficientes recursos. Este mecanismo debe contar con dispositivos adecuados para atender los casos más urgentes, a los periodistas que padecen ataques en línea y a aquellos que son víctimas de desplazamiento forzado, exige RSF.
Asimismo, se debe mejorar la evaluación de riesgos y el seguimiento que se da a las medidas de protección otorgadas; dar a conocer mejor sus resultados, y mejorar su coordinación con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
También se debe luchar contra la impunidad que persiste en los crímenes cometidos contra periodistas. El 90% de los casos registrados desde 2000 permanecen impunes y resolverlos “debe ser una prioridad del futuro gobierno”.
Las investigaciones judiciales, tanto a escala nacional como local, muy pocas veces logran identificar a los autores intelectuales de estos crímenes, lo que genera un círculo vicioso y la desconfianza generalizada del gremio periodístico hacia el gobierno, alerta RSF.
La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) debe contar con más recursos humanos y económicos para mejorar sus protocolos de investigación y que aumente el número de investigaciones resueltas.