China, Rusia e Irán efectuarán ejercicios navales conjuntos en el golfo de Omán del 15 al 19 de marzo, señaló hoy el Ministerio de Defensa chino en un comunicado.
"Las armadas de China, Irán y Rusia llevarán a cabo ejercicios navales en los que participará el destructor chino Nanning. Los ejercicios tratarán de profundizar la cooperación práctica entre las armadas de los países participantes para demostrar su voluntad y habilidad de salvaguardar conjuntamente la seguridad marítima", indica el comunicado.
Agrega que los ejercicios "inyectarán energía positiva a la estabilidad y la paz regionales".
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En 2022, los tres países realizaron ejercicios similares en la misma zona, en los que se llevaron a cabo prácticas de tiro de artillería contra objetivos navales, maniobras tácticas conjuntas y misiones de búsqueda y rescate en alta mar.
China, Rusia e Irán más fuertes
Esto sucede después de que Irán acordó con Arabia Saudí que China funcione como mediador en la competencia entre ambas superpotencias que buscan que Oriente Medio encuentre cierta tranquilidad.
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"El papel de China en este acuerdo es una sorpresa. Se trata de su primera incursión diplomática real en Oriente Medio, tras años de creciente influencia económica. Hasta ahora, las iniciativas diplomáticas chinas, especialmente en el conflicto palestino-israelí, habían quedado sin respuesta. Se trata de una evolución interesante de la política exterior china en la región", afirmó a EFE Camille Lons, investigadora en el International Institute for Stragic Studies (IISS), que tiene oficina en Baréin.
La pérdida gradual de influencia de Estados Unidos, visible en los roces con Arabia Saudí, y sus continuos discursos sobre derechos humanos que no cuajan en la región, han hecho que China se haya posicionado en el centro de estos países ricos en petróleo.
Hace siete años, Riad cortó relaciones diplomáticas con Teherán tras los ataques sufridos en sus sedes diplomáticas en el país persa a raíz de la ejecución en el reino árabe del importante clérigo chií, Nimr al Nimr.
Desde entonces, algunos países cercanos al golfo como China, Rusia e Irán han buscado mediar para que los archienemigos, las potencias chií y suní de Oriente Medio, se dieran la mano y reabrieran sus embajadas. Con información de EFE