POLÍTICA INTERNACIONAL

Reino Unido evita calificar a China como una amenaza pese a su amistad con Rusia

El informe británico publicado alerta también sobre la "posición agresiva" de Pekín en el Mar de la China Meridional.

Vladímir Putin, presidente de Rusia y Xi Jinping, mandatario chino
Vladímir Putin, presidente de Rusia y Xi Jinping, mandatario chinoCréditos: EFE
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Reino Unido publicó este lunes una revisión integral de su estrategia en defensa y seguridad en la que evita calificar a China de "amenaza", como esperaba que hiciera el ala dura del Partido Conservador, y apuesta por mantener vínculos con Pekín pese a los "retos" que presenta al orden internacional.

"Debemos reconocer que existe la necesidad y la oportunidad de entablar relaciones con China en las áreas en las que podemos cooperar con éxito", afirmó ante la Cámara de los Comunes el ministro británico de Exteriores, James Cleverly, que recibió críticas desde su propia bancada por no haber endurecido la retórica contra el país asiático.

Peligra el expansionismo de Rusia

El documento que guiará las relaciones internacionales de Londres hasta el término de la legislatura, a finales de 2024, hace hincapié en el peligro del expansionismo de Rusia, así como en la capacidad desestabilizadora de Irán y Corea del Norte.

Aunque deja la puerta abierta al diálogo con China, el informe alerta también sobre la "posición agresiva" de Pekín en el Mar de la China Meridional y sobre su "cada vez más profunda" relación con Moscú.

El país asiático "representa un reto para el orden mundial", dijo hoy a la BBC el primer ministro británico, Rishi Sunak.

"Debemos dar pasos para defender nuestros valores y proteger nuestros intereses. Eso es lo que deja muy claro la revisión integral y las acciones del gobierno en los últimos meses", dijo Sunak, que destacó las medidas para vetar la inversión extranjera en sectores críticos como los semiconductores.

Rishi Sunak opta por una posición matizada

La hoja de ruta publicada hoy fue encargada en septiembre por la anterior primera ministra, Liz Truss, que planeaba situar las ambiciones geopolíticas de Pekín como una amenaza para Londres, pero su sucesor, Rishi Sunak, ha optado por una posición más "matizada" y "realista", según describió en un encuentro con corresponsales extranjeros una portavoz del jefe de Gobierno.

"El Partido Comunista chino es cada vez más autoritario en casa y más asertivo en el exterior, y eso representa un reto para el Reino Unido a nivel diplomático, de seguridad y en cuanto a sus alianzas", señaló esa portavoz.

La nueva estrategia establece "un nuevo modelo para lidiar con esa realidad", que "reconoce a China como un actor de enorme importancia en la economía global y miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, por lo que es vital que trabajemos con ellos para lograr nuestros objetivos en la escena global", agregó esa fuente.

Piden conservadores realizar un análisis estratégico

El enfoque de Sunak ha llevado a Iain Duncan Smith, antiguo líder de los conservadores, a tachar la llamada Revisión Integral de "oportunidad perdida para describir a China como lo que es, una amenaza tanto para nuestro modo de vida como físicamente contra nosotros".

También fue crítica la presidenta del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, la también "tory" Alicia Kearns, que se mostró de acuerdo con "gran parte de esta pragmática revisión" estratégica, pero subrayó que "la amenaza de China no puede interpretarse solo como económica".

"Si lo interpretamos así, cometemos el error de no admitir que están intentando minar nuestra seguridad y nuestra soberanía", alertó.

Dio en cambio la bienvenida al planteamiento del Gobierno el portavoz de Exteriores de la oposición laborista, David Lammy, que apostó por desarrollar una estrategia "sólida" que permita "trabajar con China" cuando convenga a los "intereses" de Londres.