La Torre de la vida funcionará como una gigantesca "máquina ecológica”, que se mantendrá por sí misma sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente, en respuesta a una crisis climática a escala planetaria, según sus diseñadores: Built by Associative Data y Guallart Architects para EFE.
Lo interesante es que está envuelta por una estructura tubular de color ocre e inspiración biológica, coronada por cinco apéndices truncados. Se puede ver el interior del edificio desde fuera y contiene una iluminación natural.
Está proyectada para ser construida en Senegal, es un punto de referencia de la denominada arquitectura de la era ecológica, en la que los edificios responderán ante los estímulos del entorno y serán capaces de fusionarse con formas de vida vegetal.
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Esta edificación será de uso mixto, es decir que incluirá espacios residenciales, comerciales, de oficinas y destinados a otros propósitos, siendo considerada como una gran “máquina ecológica” por sus creadores.
¿Cuál es el objetivo de la Torre de la vida?
Esta propuesta podría considerarse como una “reflexión arquitectónica” sobre el papel activo que África puede jugar a nivel global, liderando una agenda de diseño donde triunfen la ecología, la biocomputación, la ingeniería de materiales, la economía descentralizada y el desarrollo sostenible, sostienen.
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Según BAD y Guallart, está diseñada como una edificación "energéticamente positiva”, es decir que podría producir más energía de la que consume, gracias al uso eficiente de una combinación de materiales, diseños y tecnologías “ecológicas”.
Principales características de la Torre de la vida
Vanguardia arquitectónica en África
El concepto EPC se está aplicando en distintos ámbitos, como la construcción o modificación de viviendas, que incorporan técnicas de aislamiento que reducen las fugas de aire, fuentes de energía renovables, como los paneles solares, y sistemas que posibilitan almacenar el exceso de energía generada por la propia casa para utilizarlo con posterioridad.
Aseguran que este proyecto sienta un precedente de una futura arquitectura africana, que integrará utilizando o generando distintos recursos, economías, energías, materiales, conocimientos y ecosistemas locales mediante construcciones que funcionarán como "máquinas ecológicas”.
Interacción con la naturaleza
Los sistemas de este tipo de construcción serán bioreactivos y biorreceptivos, es decir que interactuarán biológicamente en ambas direcciones con el entorno circundante.
Este tipo de sistemas, que ya se están aplicando en la construcción de edificios, pueden generar una respuesta biológica ante los estímulos medioambientales, por ejemplo, mediante compartimentos que contienen algas que al estar expuestas al sol, generan un calor que puede aprovecharse para aportar calefacción o agua caliente.
Helipuerto y mirador panorámico
La edificación estará coronada por cinco apéndices truncados, similares al arranque de las ramas de un árbol, por los cuales aflora la vegetación que vivirá en simbiosis con la edificación, y en los que se instalarán un helipuerto y un mirador panorámico, según se observa en las imágenes representativas del proyecto, de acuerdo con EFE.
Sin duda alguna, la Torre de la vida es un proyecto más que nos deja con la boca abierta, debido a su gran nivel arquitectónico, pero sobre todo por el desarrollo sin dejar de lado el cuidado del medio ambiente.