El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, emitió un mensaje a la nación para declarar "el estado de excepción en las provincias de Guayas y Esmeraldas", así como "el toque de queda (en esas jurisdicciones) a partir de las nueve de la noche.
Todo esto surge por las jornadas violentas que pasó la nación ecuatoriana el pasado 31 de octubre y 1 de noviembre.
El mandatario aseguró que estos sucesos son una “declaratoria de guerra abierta contra el estado de derecho, el gobierno y la ciudadanía”; además de que afirmó que se actuará con dureza.
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La delincuencia organizada transnacional
Aunque el mandatario no da nombres de probables células delictivas que ocasionaron los ataques y que dejó como saldo a tres policías muertos, se presume que estuvieron involucrados integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Las autoridades de seguridad informaron también que hubo un total de siete emergencias por explosivos, y al menos cuatro de ellas iban dirigidos para los agentes de la Policía Nacional como objetivo.
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Además, de que un coche bomba fue detonado en la estación de autobuses de Pascuales, en el extremo norte de la ciudad, y otros dos artefactos en algunas gasolineras.
Tensión entre autoridades y delincuentes
Según datos ofrecidos por las autoridades de Ecuador, la provincia de Guayas, donde se ubica Guayaquil, concentra el 62 por ciento de los ataques con explosivos que se registran en el país.
Esta oleada de violencia nocturna se ha dado apenas un día después de que surgieran rumores sobre el posible traslado de presos de la Penitenciaría del Litoral, escenario de varios episodios violentos en el último año en los que han fallecido decenas de internos.