China pidió este viernes a Reino Unido que aplique un “castigo severo” sobre los involucrados en la muerte de 39 personas, que se cree son ciudadanos chinos, encontrados en el contenedor de un camión cerca de Londres, mientras la policía británica interroga al conductor sospechoso del homicidio.
La autopsia de 11 de los fallecidos comenzó mientras la policía y los expertos forenses trataban de identificarlos, las causas de la muerte y los implicados en la presunta red de trata de personas.
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Los detectives seguían interrogando al camionero de 25 años de Irlanda del Norte, que fue arrestado después de que se descubrieran los cuerpos en la caja de su camión refrigerador en un polígono industrial cerca de Londres, en las primeras horas de la mañana del miércoles.
No ha sido identificado formalmente, pero una fuente familiarizada con la investigación lo llamó Mo Robinson, originario de Portadown. Los detectives decidirán más tarde si lo acusan del crimen, si lo liberan o si piden a un tribunal más tiempo para interrogarlo.
El jueves, las autoridades británicas trasladaron a 11 de las víctimas (31 hombres y ocho mujeres) a la morgue de un hospital desde un lugar seguro en los muelles cercanos a Grays, a unos 30 kilómetros al este de Londres, donde se encontraron los cuerpos.
La policía ha dicho que el proceso de identificación de las víctimas tardará el tiempo que lleve realizar las autopsias para determinar exactamente cómo murieron.
La Embajada de China en Londres dijo que había enviado un equipo a Essex, y la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, dijo que la policía aún no había podido verificar las nacionalidades de los fallecidos.
“Esperamos que la policía británica pueda confirmar y verificar lo antes posible la identidad de las víctimas, averiguar qué pasó y castigar severamente a los criminales involucrados”, dijo en una rueda de prensa.