El ministro ¿candidato?

Políticos levantan la voz para pelear por la grande, la presidencia del 2024. Marcelo Ebrard, se desdibuja, otra vez, para cumplir los deseos de otro, escribe Pamela Cerdeira.

Marcelo Ebrard, canciller mexicano / Foto: Cuartoscuro
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Monreal levanta la voz, y encarece su posición. Claudia Sheinbaum a un lado del presidente en los eventos importantes y la inmortal (¿inmoral?) imagen mientras le levanta la mano y expresa su orgullo por lo bien que ha administrado la ciudad. Claudia responde sin reservas, a media administración cambió la imagen de su gobierno para homologarla con la del gobierno federal. No hay necesidad de fingir un poco de independencia cuando se es la hija favorita. Lo mismo da si implica mover a Colón y mirar con los ojos del otro, el otro manda. El más eficiente de los miembros del gabinete, Marcelo Ebrard, se desdibuja, otra vez, para cumplir los deseos de otro.

Frente a ellos solo se levanta la voz de un auto exiliado Ricardo Anaya, y su campaña de videos que se mueve entre la propaganda y la estrategia de defensa. Dicen que nadie más levanta la mano por miedo a ser perseguido: es muy pronto. Anaya es el ejemplo de que eso puede suceder.

El nombre del consejero presidente del INE figura en las encuestas. ¿Lorenzo Córdova? Si Córdova llegara a ser candidato, sería la profecía cumplida de López Obrador. Su grupo se ha dedicado a atacar al Instituto, de asegurar que trabaja para \u2018otros\u2019 intereses, no los de Morena, claro, pero desde el discurso de sus detractores, tampoco los de la ciudadanía; es el INE de la oposición, lo que quiera que oposición signifique desde el poder. Lorenzo Córdova no simbolizaría una propuesta ciudadana, por su origen, su candidatura serviría para cuestionar al INE (una vez más). Esto no quiere decir que no sea su derecho, tampoco tendría que comprometer al Instituto, pero en país construido de palabras como el nuestro, en el que se repite más de lo que se piensa, es casi una garantía de que eso pasará.

¿Entonces quién? ¿Quién puede aprovechar estos tres años? ¿Quién tiene una plataforma que le permita ser escuchado? ¿Quién tiene la cercanía suficiente con el presidente para no ser tachado y perseguido como enemigo? Y la pregunta más importante ¿quién entiende al movimiento mejor articulado del país y sus necesidades? Por supuesto, que me refiero al movimiento feminista. En el horizonte se ve un solo nombre: el ministro presidente Arturo Zaldívar.

Los críticos de este gobierno dirían que tardó demasiado en rechazar la manzana envenenada que alargaba su período frente a la corte, pero finalmente la rechazó, y eso es lo que importa. Ha sido defendido por el mismo presidente en múltiples ocasiones, señalando que es el único que puede limpiar la corte. Anunció que hará rutinariamente conferencias de prensa, y hace poco su llegada a TikTok fue nota nacional. Hoy tiene poco más de 24 mil seguidores, salvo por Anaya, es el único con una cuenta, la del ministro está verificada.

Faltan tres años, son mucho, poco y tanto a la vez. Mientras algunos piensan en el futuro, ojalá que los que tenemos estén preocupados por el presente, porque todo indica que quién sea que llegue, recibirá un país con peores métricas, que aquel que recibió López Obrador.