CINE DE ORO MEXICANO

Quién fue el último gran amor de Pedro Infante, ídolo del Cine de Oro Mexicano

Su historia con ella fue tan especial y apasionada como las películas que protagonizó, dejando una huella imborrable en su legado.

Quién fue el último gran amor de Pedro Infante, ídolo del Cine de Oro Mexicano
Quién fue el último gran amor de Pedro Infante, ídolo del Cine de Oro MexicanoCréditos: Créditos: Canva / Intagram @pedro_infante_official
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Pedro Infante, el eterno galán del Cine de Oro Mexicano, tuvo una vida amorosa tan intensa como sus películas. Aunque muchos romances rodearon su historia, hubo una mujer que destacó como su último gran amor, alguien que lo acompañó en una etapa importante y que dejó una marca especial en su corazón.

Su historia con ella fue tan especial y apasionada como las películas que protagonizó, dejando una huella imborrable en su legado. Conoce quién fue esa persona que adquirió un lugar único en el corazón del ídolo.

El último gran amor de Pedro Infante

El actor y cantante Pedro Infante vivió varios amores, pero ninguno tan profundo como el que compartió con Irma Dorantes, la mujer que lo acompañó en los últimos siete años de su vida. Juntos construyeron una familia, se casaron y hasta inspiraron una canción que hablaba de su amor inquebrantable. A pesar de los retos que enfrentaron, su historia no se detuvo ni con la trágica partida del ídolo.

Se conocieron durante la filmación de “Los tres huastecos” en 1948, cuando ella tenía apenas 13 años. A los dos años, comenzó una relación que provocó revuelo, ya que Pedro le llevaba 17 años. Y aunque su amor enfrentó dificultades, incluida la demanda de su exesposa, María Luisa León, los dos actores siguieron adelante con su historia enfrentando los desafíos de la época.

La canción "Nuestro amor", grabada por Pedro Infante el 14 de junio de 1952, expresa sus profundos sentimientos por Irma Dorantes. Con letras como "Yo soy tuyo, solamente tuyo", Pedro le dedicaba su amor incondicional, a pesar de los obstáculos que enfrentaban. Compuesta por Rubén Fuentes y Alberto Cervantes, esta pieza musical se convirtió en un testimonio del cariño que Pedro le tenía a Irma, a quien cariñosamente llamaba "ratón".

Pedro Infante e Irma Dorantes

Ambos construyeron su hogar en Cuajimalpa, un espacio que reflejaba los gustos del cantante, con cine, peluquería y gimnasio. Desde allí, a menudo, Pedro le pedía a Irma que le preparara su café batido, una bebida especial que ella preparaba con Nescafé y sacarina, ya que él no podía consumir azúcar por su diabetes.

Aunque Pedro nunca le pidió matrimonio de manera formal, simplemente le dijo que se casarían, y así ocurrió. Su hogar se convirtió en un verdadero "nidito de amor". Irmita, la hija de Pedro e Irma, llegó al mundo como el fruto de su amor, pero la tragedia golpeó a la familia el 15 de abril de 1957, cuando Pedro perdió la vida en un accidente aéreo.

Irma Dorantes, que en ese momento había ido al mercado para preparar una comida especial para su esposo, no podía creer lo que estaba escuchando. Ese día, llegó una noticia devastadora: el avión en el que viajaba Pedro se estrelló y ninguno de los pasajeros sobrevivió.

Foto: Cuartoscuro

La escandalosa relación de Pedro e Irma

El escándalo de la supuesta bigamia de Pedro Infante estalló en julio de 1953, cuando la prensa difundió la noticia de que el actor estaba casado con dos mujeres a la vez: su exesposa María Luisa León y su actual pareja, Irma Dorantes, con quien tuvo una hija.

Según las versiones de la época, Pedro habría contraído matrimonio con Irma sin haberse divorciado de María Luisa. Sin embargo, Irma negó tajantemente esta acusación, asegurando que Pedro ya se había divorciado antes de casarse con ella. Pero la controversia se desató cuando María Luisa, furiosa por la situación, logró anular el matrimonio de Pedro e Irma, lo que generó aún más problemas para el actor.

Después del divorcio con María Luisa, Pedro Infante e Irma Dorantes tuvieron que esperar un año para poder casarse legalmente. Finalmente, el 10 de marzo de 1952, lo hicieron en Mérida, y después de la ceremonia, se fueron de luna de miel a Cozumel. Durante su escapada, volaron en una avióneta llamada “El Ratón”, un apodo que Pedro le puso a Irma debido a su gusto por el queso y su voz característica, que él describía como chillona.