En la conferencia "Arquitectura orgánica" en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, dijo que las casas que se adaptan al hombre y permiten convivir con la naturaleza son posible gracias a la arquitectura orgánica.
En entrevista con Notimex, el especialista subrayó que ese movimiento arquitectónico también toma en cuenta las condicionantes geográficas del lugar: la orientación, la vista y la topografía.
Se aplica poco en México y Juan O’Gorman y Carlos Lazo figuran entre los principales arquitectos que la desarrollaron.
A decir de Senosiain la arquitectura orgánica es fundamental porque la relación entre el hombre y el entorno es muy importante, porque es un binomio que se da desde hace muchos años y si uno lo sintetiza es la naturaleza.
Toma en cuenta el entorno, camuflajearse, mimetizarse con el entorno. Por ejemplo, la casa orgánica está semienterrada y el pasto, los arbustos y los árboles, al agrotranspirar, producen oxígeno que rechazan la contaminación.
Entonces se crea un microclima que filtra el polvo y el bióxido de carbono, produce oxígeno y de alguna manera al interior de la edificación se tienen temperaturas de entre 19 y 21 grados centígrados durante todo el año.
Comentó que el diseño ergonómico crea objetos que se adaptan a las necesidades del cuerpo, por lo que se necesita una arquitectura que se adapte al ser humano. De ahí la importancia de la relación entre la naturaleza y el hombre, que calificó como fundamental.
Señaló que en las escuelas de arquitectura se enseñan indirectamente algunas materias relacionadas con esa modalidad y "actualmente ya hay algunas materias sobre ecología, bioarquitectura o bioclimática".
El objetivo de los espacios curvos, detalló, “es que se adapten al ser humano, así como los animales hacen que sus viviendas se adapten a sus cuerpos, el hombre también debe hacer casas que se adapten a su cuerpo".
El arquitecto expuso que la arquitectura orgánica toma en cuenta los aspectos ambientales, físicos y psicológicos, y comparó el interés que se tiene actualmente con el de hace 35 años cuando se presentó la primera casa orgánica a la que se le veía como "algo raro".
“Ahora los espacios adaptados al cuerpo humano son más amables, semejantes al claustro materno, a los refugios de los animales, al de los trogloditas que esculpieron bajo la tierra y el iglú”, añadió.