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Con lo anterior, la gasolina magna o verde tendrá un estímulo fiscal de 65.44 por ciento, lo que significa que el gobierno absorberá 3.85 pesos por cada litro, mientras que el automovilista pagará 1.89 pesos por litro.
En el caso de la Premium el subsidio es de 51.86 por ciento, con lo que los consumidores pagará 2.23 pesos, y a las arcas del país no entrarán 2.40 pesos por cada litro que se venda.
Por último, en cuanto al Diésel se mantiene el 100 por ciento de subsidio, por lo que mientras transportistas no pagarán un sólo peso por el combustible, el gobierno seguirá absorbiendo 6 pesos con tres centavos por cada litro de combustible.