? Juegos de Tokio: ¿Hombre o mujer? Dora Ratjen, la apuesta Nazi en Berlín 1936

A pesar de que Gretel Bergmann era una firme candidata a la medalla de oro, Hitler no podía permitir la posibilidad de una victoria judía para Alemania.

Todo parecía normal hasta que en septiembre de ese año, después del Europeo, subió a un tren en Viena.
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Durante los Juegos de Tokio, en MVS Noticias te traemos un repaso de las grandes leyendas que forman parte de la historia de la Justa Veraniega, este día conoceremos la historia de Dora Ratjen ¿hombre o mujer?

La historia de Dora guarda el fondo la crueldad que vivieron dos personas víctimas de la dictadura Nazi.

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Luego de que, el F\u00fchrer consiguiera su objetivo de realizar los Juegos en Berlín para demostrar la superioridad de la raza aria, no permitiría que cualquiera representará al país, por ello, Gretel Bergmann, quien poseía el récord de Alemania de salto de altura fue descartada, por ser judía.

A pesar de que Gretel Bergmann era una firme candidata a la medalla de oro, Hitler no podía permitir la posibilidad de una victoria judía para Alemania.

¿Quién podría competir en salto de altura?

Tras la hegemonía de Bergmann, ninguna deportista alemana había sido capaz de alcanzar un nivel suficiente; sin embargo, Adolf Hitler encontró la solución con Dora Ratjen.

El desempeño de Dora fue bueno, y aunque no consiguió una medalla en esos juegos, pues terminó en cuarta posición, poco tiempo después se proclamaría campeona de Europa, superando el récord del mundo.

Sólo había un problema. Dora Ratjen, era un hombre, y no se llamaba Dora, sino Heinrich.

¿Hombre o mujer?

El desempeñó de Dora Ratjen fue sobresaliente y a pesar de no lograr ninguna presea durante Berlín 1936 (quedó cuarta y el oro, por cierto, lo ganó una judía, la húngara Ibolya Csák), pero logró posicionarse en los Europeos de 1938, en la Viena anexionada por los nazis, ganó el oro con un salto récord de 1,67 metros.

Todo parecía normal hasta que en septiembre de ese año, después del Europeo, subió a un tren en Viena.

El maquinista la vio y avisó a la Policía, había en su tren un hombre disfrazado de mujer, la Policía la detuvo y entregó toda su documentación, que atestiguaba que era una chica. Pero ante la insistencia de los agentes, Dora se derrumbó y confesó toda la verdad: era un hombre.

Luego de ser detenido y examinado médicamente. El doctor dictaminó que biológicamente era un hombre, y que sufría de nacimiento una malformación en los genitales.

Ahí se acabo el sueño de Dora Ratjen.

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