El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a millones de personas en todo el mundo. En este contexto, la relación entre el ejercicio físico y la calidad del sueño ha sido un área de interés creciente para la investigación científica.
Un estudio reciente, publicado en la revista BMJ Open, ha arrojado luz sobre esta conexión, ofreciendo nuevas perspectivas sobre cómo este puede influir en el descanso.
El proyecto involucró a una muestra considerable de 4 mil 339 participantes, todos ellos en un rango de edad de entre 39 y 67 años, con un seguimiento cotidiano de diez años.
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Durante las pruebas, los investigadores realizaron un análisis detallado de la relación entre la actividad física y los síntomas de la falta de sueño, proporcionando datos valiosos sobre los efectos a largo plazo.
Se consideró "físicamente activas" a aquellas personas que realizaban ejercicio al menos dos veces por semana, durante al menos una hora cada vez, llegando al punto de quedarse sin aliento o sudar.
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Resultados
Se encontró que aquellos participantes que mantuvieron una actividad física constante a lo largo de la década tenían menos probabilidades de experimentar síntomas de insomnio en comparación con aquellos cuyo movimiento constante fluctuaba o disminuía con el tiempo.
Una conclusión destacada fue la relevancia de la constancia en la práctica deportiva. Aquellos participantes que mantuvieron una actividad física constante demostraron tener una mayor probabilidad de cumplir con las recomendaciones de sueño de 6 a 9 horas por noche.
Estos hallazgos son relevantes para la salud pública y resaltan la necesidad de promover la actividad física como un componente fundamental de un estilo de vida saludable, contribuyendo así a la reducción del insomnio.
Con información de RT